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Los balnearios en la Playa de la Concha

Publicado el 06 de julio de 2015.

Los balnearios en la Playa de la Concha

A comienzos de siglo XX la ciudad seguía creciendo y el número de veraneantes había aumentado considerablemente. El paseo de la Concha quedaba pequeño para tanta gente y en la playa, con la proliferación de casetas, su transporte con bueyes, las ropas colgando a secar y con el primer tramo reservado para mujeres y niños, ya no se cabía. Se necesitaba modernizar todo antes de que fuera demasiado tarde.

La renovación iba a ser una revolución: Era necesario ampliar el paseo, eliminar las casetas y su trasiego hasta la orilla, y quitar la zona exclusiva para damas. pero había mucha oposición. Por un lado muchas mujeres, que por edad, religión o ideas conservadoras, les parecía indigno tener que bañarse en zona mixta. Por otro, quitar las casetas era eliminar puestos de trabajo de los que dependía un buen número de familias desde el tiempo de sus abuelos.

Finalmente, para ensanchar el paseo era necesario eliminar o trasladar el viejo pabellón de madera, pero la Sociedad de la Perla no estaba por la labor, ya que tenía la concesión a perpetuidad y no había forma legal de echarles.

El ayuntamiento jugó sus cartas y su arquitecto Alday preparó un plan brillante. Un voladizo sobre la playa ensancharía el paseo en más de 5 metros. Bajo éste se colocaban las nuevas cabinas para bañistas y un nuevo balneario de 120 m de largo se proyectaba al final de las villas del Paseo. No podían echar a la Sociedad de la Perla, pero si la ciudad construía un balneario mucho más moderno y elegante que hiciera la competencia al viejo pabellón de madera que despectivamente llamaban Perlón, la Sociedad de la Perla tendría que pactar. Y así fue. En 1908 San Sebastián consiguió del Gobierno el permiso para edificar el nuevo balneario en la nueva ubicación. Inmediatamente la Sociedad de la Perla presentó otro proyecto para un nuevo balneario, donde ya tenían el Perlón, y cada uno con sus razones se sentaron y acordaron intercambiarse las concesiones. Así la ciudad podía construir la Rotonda donde estaba el viejo balneario y el nuevo proyectado por Alday, con algunas adaptaciones de M.Cortazar, lo construiría la “Nueva Sociedad de la Perla” en 1911 en la actual ubicación, inaugurándolo al año siguiente.

El proyecto de Alday fue un éxito. Dio unidad a todo el paseo desde el Casino hasta el túnel del Antiguo, se eliminó el monte ruso de Alderdi Eder y se construyó la nueva caseta real de baños. El resultado todos lo conocemos. Si hubiera cobrado algo por derechos de imagen, con la de millones de veces que se ha fotografiado y reproducido el Paseo de la Concha, la familia Alday sería de las más ricas del País.

Imágenes.
1. Plano del proyecto de 1908 firmado por R.Cortázar. para construir una nueva Perla en el mismo lugar donde se encontraba la de madera: Medía 86 m de largo y tenía dos pisos de altura.
2. Plano del proyecto de 1911 firmado por R.Cortázar, para la nueva Perla que se construyó donde está la actual.
3. Bajada a la playa con cartel avisando de "Paso a la playa Señoras / Entré reservée aux dames"
4. Construcción del voladizo, rotonda y perla en 1911.


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